Tras las tretas de las preferentes, los pequeños inversores están ahora un poco más prevenidos a la hora de realizar inversiones económicas en productos bancarios. Pero, a pesar de ello, la banca sigue buscando otros productos con los que sacar adelante su solvencia. Así pues, Bankia tiene previsto emitir 30.000 millones de euros en productos complejos; BBVA, 28.000 millones, CaixaBank, 15.000 millones… Para la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), serán hasta 73.000 los millones de euros que se pretenden vender a los pequeños inversores en productos de inversión de riesgo a partir del mes de septiembre.
El papel de la CNMV ahora es examinar estos productos y dictaminar en una serie de informes su grado de complejidad y si son aptos para que se ofrezcan a la venta al pequeño inversor o si, por el contrario, son demasiado complejos o entrañan demasiados riesgos como para que se invierta en ellos. Entre estos productos destacamos los siguientes:
Los cocos
De este nuevo producto bancario del que alertan en Europa hablamos más ampliamente en un post anterior. Para acceder a él, haz click aquí.
Los warrants
Es uno de los productos más complejos ya que suponen una apuesta de riesgo en la que el cliente apuesta un dinero (el precio del warrant) a que el activo sobrepasa un valor determinado antes de la fecha de vencimiento. El cliente puede ganar la apuesta y ganar la diferencia o perderla y tener que pagar más dinero aún.
Los bonos y obligaciones estructurados
Su riesgo es alto ya que pueden provocar la pérdida total de la inversión. Su funcionamiento está ligado a la rentabilidad de otros productos como acciones bursátiles, índices de la bolsa o tipos de interés.
Las cédulas hipotecarias
Son paquetes de hipotecas agrupados por las propias entidades, distribuidos de forma que se transforme la rentabilidad a largo plazo de dichas hipotecas. La única garantía que obtiene el consumidor son los préstamos hipotecarios de otras personas.