Si la Audiencia Nacional ampara la absolución de Rato y sus adláteres en que el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el FROB supervisaron las cuentas de Bankia y, por contra, el Tribunal Supremo dijo en 2016 que éstas (reflejadas en el folleto de salida a bolsa en 2011) estaban falseadas, está claro que el Banco España, la CNMV y el FROB participaron en el engaño y hoy deberían haber sido juzgadas y condenadas estas entidades e instituciones, en unión a los responsables de Bankia, por estafa a los inversores y falsedad en las cuentas.

Y, hete aquí que lejos de ello, no sólo estás entidades supervisoras ni siquiera se han sentado en el banquillo de los acusados, sino que ni Bankia ni Deloitte (su auditora) han sido condenadas penalmente por ello.

¡Una auténtica vergüenza nacional lo de esta penosa sentencia!

Menos mal que aún queda una posibilidad más de que se haga justicia, ya que el Tribunal Supremo puede revisar en casación la sentencia de la Audiencia Nacional. Y no dudo de que, al menos la Fiscalía, recurra la misma.

¿Quiénes fueron entonces autores y cómplices del maquillaje vergonzoso de las cuentas de una entidad que estando en quiebra técnica se nos vendió al país entero como una entidad solvente y con beneficios? ¿Nadie? ¿O sus administradores, auditores y supervisores?

Llevo 36 años ejerciendo esta difícil pero bonita profesión de abogado y nueve años con el caso Bankia y, la verdad, se le quitan a uno las ganas de seguir peleando y luchando por principios tan necesarios en nuestra sociedad y democracia como son la verdad y la justicia, cuando leo esta sentencia tan “política” y tendenciosa y no acorde a la verdad de los hechos. En definitiva, creo que esta sentencia no hace justicia a la verdad y está abocada a la casación y a su revocación, al menos para los principales acusados. Y, si no, tiempo al tiempo.

José Baltasar Plaza – Socio Director Bufete Rosales